Quererte en un día como este y hacer las paces con la nueva estación.
Porque ya es abril, y sin darme cuenta he vuelto a creer en esta belleza - antes
grisácea - que se tradujo en un haz de luz dorado insistente - que entra por la
ventana desviándose de las cortinas, intentando encontrar reposo en nuestra
cama.
Quererte es pensar en ti a la vez
que siento esa paz que la primavera nos brinda en un final de tarde. Quererte
es bailar sola en el salón de casa y reír, torpe y abobada por la suerte que tuvimos.
Quererte es saberme libre y respetada.
Quererte es no cuestionar si mi “saberme libre” te hace daño.
QUERERTE ES SER LIBRE CONTIGO.
Quererte es saberme libre y respetada.
Quererte es no cuestionar si mi “saberme libre” te hace daño.
QUERERTE ES SER LIBRE CONTIGO.
Quererte es desearte cada vez más
después de más de dos mil días a tu vera. Es esperarte en nuestro escondrijo
con la ansiedad de una niña pequeña, donde solo nosotras comprendemos ese idioma que
casi siempre prescinde de palabras. Quererte es verte y embriagarme sólo con
mirarte - me dilatas las pupilas y me ciegas los ojos: tú me abres los poros y
me invades sin compasión.
Gracias por hacerme conocedora de cosas
tan bonitas.
Queriéndote sigo.
Tu Dani. :)